18 marzo 2009

El callejón de la Ravelo

Julito está enfermo; hace poco mas de un mes me llamó para saludarme, me dejó saber de paso que estaba sintiéndose mal de salud y que estaba teniendo dificultades para conciliar el sueño: "consígame algo pa' dormí, no pego un ojo de noche y cuando finalmente lo logro, me depierto tembloroso, con una sensación de terror, creo que me voy a poné loco".......pero yo, que soy enemiga de los somníferos, le aconsejé hacer uso de métodos menos convencionales; como ponerse a leer un libro de letras minúsculas al irse a la cama, acompañado de un jugo de tamarindo o de un té de tilo. Le prometí mandarle unos chelitos, pues en el fondo sabía que ese era el móvil de su llamada. No obstante, pasaron los días y no hice el prometido envío, preferí esperar a hacer el viaje que tenía pendiente hacia la zona este del país, para entregarle en manos su ansiado regalito.

Llegó la fecha de ir al pueblito; arribando allí, lo primero que hice fue buscar a Julito en los lugares que suele recorrer en horas del día(no sabía su número de teléfono de memoria)pero la información que recibí fue devastadora: Julito estaba aquí en Santo Domingo, en cuidados intensivos; no me sabían decir en que centro exactamente, pero sí que estaba grave desde hacía varios días.

En los pueblos, más aún si son pequeños, todo el mundo se conoce y luego de ir allá y acuyá, logré dar con el paradero del susodicho.......
Fui al Gautier al día siguiente, ahí estaba él: pálido, disnéico, delgado en extremo, mas bien caquéctico; con la mirada perdida y totalmente desaliñado. Su hija, a quien no conocía, me recibió amablemente y me explicó a groso modo la situación de su padre.Tomé la historia clínica del enfermo, para ver si en aquel amasijo de hojas desordenadas, casi sucias de tanto manoseo, lograba saber que mal había minado de tal forma la salud de Julito; pero aquello era ininteligible, así que pregunté el nombre del/la Dr/a que estaba llevando el caso y acto seguido salí a buscarle por aquellos infindables y atestados pasillos de hospital. Después de unos 20 minutos que me parecieron una eternidad, logré encontrar a las médicas y la información que me interesaba: no era ni tuberculosis ni cáncer, como hasta yo había llegado a sospechar; sino una bronquiectasia pulmonar(dilatación crónica de los bronquios seguida de infecciones a repetición, con participación frecuente del tejido pulmonar), enfermedad frecuente en fumadores. Así que no había mucho de que preocuparse; en unos días más le darían de alta y con buena alimentación, reposo y continuidad de su antibiótico-terapia su restablecimiento sería un hecho.

Pero a todo esto, aún no he presentado al inspirador de estos párrafos; imagino que se habrán estado preguntando todo este tiempo, quien es ese caballero.

Julito es un casi octogenario compueblano, conocido de mi fallecido padre; cuyos casi 80 años y pobreza extrema no han logrado borrar de su anatomía las características de galán que lo debieron haber hecho objeto del deseo y asedio de las féminas, en décadas pasadas.Con él tengo una deuda de aquellas que no hay como saldar. Sin que mediara una petición de mi parte, se tomó desinteresadamente la responsabilidad de cuidar un inmueble de mi propiedad allá ubicado.
Así pues, como Julito me llamó de nuevo hace unos días para "saludarme"; hoy temprano muy temprano, fui a la calle Ravelo a enviarle un obsequio de los que le hacen falta; por medio de una de esas compañías de autobuses(voladoras) de transporte/envío que por allí abundan.
Acabo de llamarlo para avisarle que vaya a recoger los chelitos que le envié; me contó que en ese preciso momento estaba en el dispensario médico, que lo habían encontrado bastante bien. "Toy alentaito, ya duermo bien y aumenté ocho libra".
Estoy muy contenta con esa noticia, quiero que haya Julito para rato!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y el callejón de la Ravelo, lugar próximo al área donde me estacioné a esperar la apertura del servicio de envíos, es historia para otro día, ya se me agotó el tiempo.

3 comentarios:

  1. Hola Chica!
    Nice blog!
    Suzanne :-)

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  2. Hola muchacha,
    Sigue así que dentro de poco tendrás much@s seguidor@s. Me encantó la historia de Julito, así que espero ansiosa la historia del Callejón de la Ravelo.
    Un abrazo
    D.

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  3. Hola Mafalda

    Me encantó este post, si me lo permites te haría unas cuantas sugerencias, como las de que tengas cuidado con la coma y otros signos de puntuación, pero por lo demás tiene buen ritmo, y además nos dejaste con las ganas de saber qué pasó en el callejón de la Ravelo.

    Anoté la idea de leer un libro con letras bien chiquitas para conciliar el sueno, gracias.

    Ah, no puedo terminar este comentario sin agradecerte tus visitas y comentarios en mi blog.

    Hasta la próxima.

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