El pueblo Dominicano no debe dejarse confundir por ninguno de estos vocingleros, que
ahora sangran por la herida y presagian calamidades imaginarias, cual aves de mal aguero. Estemos claros, sus pronunciamientos tienen como único propósito su beneficio particular.
Desde finales de la década de los 60's, época en la que se creó la Refinería Dominicana S.A, el estado detentaba el 50% de las acciones de la empresa, de la que era copropietaria a partes iguales, la Shell Petroleum Company.
La capacidad instalada de refinamiento del crudo de REFIDOMSA, permanece invariable desde la época en que la compañía fue creada ( 34,000 barriles/d) cantidad de combustible que entonces resultaba suficiente para responder a las necesidades de consumo del país; pero que hoy día solo representa el 25% de los requerimientos de hidrocarburos de la nación, que según fuentes oficiales ronda los 140,000 b/d.
La Shell, a pesar de ser una empresa poderosa, nunca invirtió junto al estado, en adecuar la refinería a las necesidades crecientes de expansión y modernización que dictaba el desarrollo económico del país, por lo que con el discurrir del tiempo, las instalaciones fueron cayendo en la obsolescencia, y se puso de manifiesto su incapacidad para satisfacer la demanda interna de carburantes. Es así como pasa a ser una empresa con doble propósito: fungir, no ya sólo como refinería de crudos, sino también como importadora y comercializadora de productos terminados.
su capacidad de almacenamiento es tan ínfima que cuando hay problemas de suministro desde el exterior, el país se ve abocado a la paralización en un promedio de no más de 10 días.
Vaya socio malo que era la shell, sin embargo no había tanto reclamo de su pésimo desempeño.
Pese a poseer la misma cantidad de acciones que el estado, y los 8 miembros del consejo directivo de REFIDOMSA estar divididos 4/4, era la Shell quien se las agenciaba para imponer ciertas reglas del juego, en materia de política de hidrocarburos, muchas veces en detrimento del estado y por ende del pueblo Dominicano. La posibilidad de injerencia es uno de los argumentos más socorridos por los sectores opuestos a la negociación, unque antes, este argumento no fue motivo de debates.
Hoy día el estado decidió compartir, como lo ha hecho desde sus inicios, el negocio de los hidrocarburos, no con quienes se estaban frotando las manos pensando en devorar esa porción de tan codiciado pastel, entiéndase el empresariado Dominicano, sino con Petróleos Venezolanos (PDVSA).
Yo me pregunto, qué diferencia existe entre hacer un joinventure con la shell y hacerlo con PDVSA; pues mucha, y en favor de esta última: PDVSA pertenece al país que tiene la fortuna de poseer la MAYOR reserva de petróleo del mundo y ocupar el quinto lugar como productor de hidrocarburos. Acaso podríamos haber conseguido un socio más ilustre y beneficioso en materia petrolera que éste?
Con el privilegio de tener a Venezuela como socia, tendremos el suministro de hidrocarburos asegurado, quedando conjurados los desabastecimientos que se suscitan de cuando en cuando; tendremos precios mejores, pues no habrá intermediación, ni en la venta de los productos, ni en el transporte; además tendremos a disposición, el know how en materia petrolera, acumulado por ese país durante décadas.
Las posibilidades que se podrían abrir son muchas, dada la envergadura de este socio: desde la exploración/explotación de petróleo en suelo Dominicano o su plataforma marina, modernización y ampliación de las instalaciones de la refinería, exportación de producto terminado a las islas de Barlovento, hasta participar en la franja del Orinoco (haciendo un pool con otros países pequeños), como ya lo están haciendo otras naciones..............
Ahora lo que cabe es exigir, que los términos de la negociación sean EXHAUSTIVAMENTE ponderados, para que no haya resquicio que permita que el estado Dominicano salga perjudicado, en circunstancia alguna, ni desde el punto de vista económico, ni en el aspecto político. Nuestra soberanía es innegociable.
Hugo Chávez ha demostrado hasta la saciedad, ser amigo irrestricto de Latino América. Si bien es cierto que estoy parcialmente en desacuerdo con la forma en que a veces procede, por su labilidad emocional, estoy convencida de que hay nobleza en sus intenciones. Su magnanimidad, su desprendimiento a la hora de ayudar en materia energética (petrocaribe) y salud a los países más desfavorecidos de este continente tan bapuleado por algunos de los países más poderosos, está fuera de discusión.
