06 julio 2009

La incorporación del Jus Soli al artículo 16 sería una inmolación

Un destino incierto, muy obscuro, se cerniría sobre República Dominicana, si el artículo 16 de nuestra constitución se aprueba, incluyendo el jus soli; pues nuestro país se vería de repente obligado a dotar de la nacionalidad Dominicana a más de un millón de indocumentados que hoy residen en nuestra tierra y a documentar igualmente a la AVALANCHA que llegaría desde el país vecino, procurando tener a través de su documentación (estatus legal), las posibilidades que hoy no tienen en el territorio que les vio nacer.
Las poblaciones migran como es de esperarse, desde los lugares con condiciones de vidas más precarias hacia los que ofrecen mejores condiciones, pues esto les asegura mayores garantías de supervivencia. La migración es un fenómeno prehistórico, lógico y difícil de controlar; los seres humanos son llevados por su instinto de conservación de un lugar a otro del planeta.
Hoy día, el proceso de inmigración y establecimiento de ilegales en República Dominicana, por ciudadanos de diversos países ( Colombia, Cuba, Venezuela, China, Albania, Argentina, Haití, etc ) es un fenómeno que carece del debido control, porque la poca voluntad política que pudiera existir para que el estado ejerza su derecho de reducir la presencia de ilegales en suelo Dominicano, así como de supervisar sus fronteras, sobre todo la terrestre; se ve permanentemente mediatizada por la injerencia de potencias extranjeras, de intereses de grupos de ciudadanos (civiles, políticos y militares) que internamente se han favorecido mucho de esa situación de caos permanente en que está inmerso el país en política migratoria; así como por las presiones de ONG'S que reciben sumas astronómicas para mantenerse denostando de cualquier intento estatal de ejecutar acciones que les son inherentes a todo estado democrático, en lo concerniente a impedir o minimizar la presencia de indocumentados en su territorio. Sin minimizar el papel que ha ejercido el lobby Haitiano en el exterior, colocando al país en el paredón, valiéndose de informaciones tergiversadas.

Estas entidades se valen de prácticas muy cuestionables para lograr sus propósitos: Ejerciendo presiones económicas, negandose a entregar las cuantiosas sumas de dinero que suministran anualmente al país en calidad de "ayuda", lo que no es más que una nauseabunda práctica de "toma y daca" para lograr imponer lo que bien entienden, en los países tercermundistas y que quede bien claro, no solo en materia migratoria; o ya sea a través de presiones políticas o bien sea con falsas acusaciones, tildando al estado y al pueblo Dominicano de racistas, intolerantes, violadores de los derechos humanos etc, cuando alguna medida de freno intenta poner en práctica el primero, o cuando el pueblo tiene alguna manifestación de rechazo por la conducta de algún(os) integrante(s) de la horda de inmigrantes ilegales que vive en nuestro país.
Todo esto en un intento de amedrentar a ambos ( al estado y al pueblo), de hacerlos sentir inadecuados por su comportamiento y culpables........... pretendiendo enajenarles el derecho de reaccionar, de exigir se frene la migración de ilegales porque, entre otras cosas, nuestro presupuesto, nuestros recursos son escasos, incluso para satisfacer las necesidades de los ciudadanos Dominicanos.
Garantizar que no se violen los derechos de los nacionales de ser detentores del 80% de las fuentes de empleos, como lo estipulan las leyes que nos rigen en materia laboral; así como garantizar también que las/os Dominicanas/os no sufran la creciente disminución de acceso a educación y salud porque gran parte del presupuesto destinado a esos renglones van a parar a subsidiar a ilegales cuyos países, en un acto de irresponsabilidad suprema dejan a la deriva, son obligaciones del estado Dominicano. Que las cumpla!!!!!!!!!!!!!!!!