La maldad versus la inocencia. Los facinerosos están siempre al asecho.

Una amiga, compueblana y compañera de estudios muy querida, solicitó mi anuencia para publicar por este medio, una carta/denuncia que ella escribiera, a raíz de un percance sufrido por la madre de un amigo. Consideré bueno y oportuno colocar sus lineas en este espacio; compartirlas con todos ustedes ha de servir para alertar a otras personas, cuya ingenuidad podría convertirlas en víctimas de malvados que pululan por las calles, en procura de presas fáciles; así como también para ayudar a desagraviar a la víctima. 

He aquí su relato:

Esto le pasó un día cualquiera, a una madre cualquiera, que pudo ser la tuya o la mía:

Saliendo del Bella Vista Mall, se le acercó a una señora, un señor mayor, casi anciano, quien le preguntó: “Como hago para llegar a la Duarte” ?  por su inocencia y sentido de humanidad, ella le dijo que se encontraba muy lejos de allí, y le preguntó qué deseaba él  hacer en la Duarte?; al instante se acercó otro señor, quien  se disponía a montarse en su vehículo, el cual “casualmente” se encontraba estacionado cerca del carro de la dama, y dijo ser ingeniero. Acto seguido, ambos hombres pusieron en marcha el macabro plan urdido contra la ingenua señora. El viejito, muy dulce, tierno y de aspecto indefenso, dijo que el propósito de ir a la referida vía, era vender algo, mostrando lo que parecía ser un pequeño lingote de oro, con unas figuras inscritas y una fecha “1940”....  La dama, sutilmente inducida por el ingeniero, quien según relata ésta, era un hombre de buena apariencia y proyectaba una imagen que jamás hubiera hecho pensar a nadie que fuera un vulgar estafador, preguntó al anciano por el precio del “lingote”. El supuesto ingeniero, ante la pregunta que formuló la señora  al anciano, le hizo saber a ésta, que él tenía sumo interés en adquirir la mercancía, porque el valor de la misma, excedía con mucho la suma que el viejo estaba pidiendo; pero que como no traía dinero consigo en efectivo, le agradecería si ella pudiera prestarle la suma momentáneamente, hasta que ambos fueran al banco donde sacaría  dinero para devolverle el préstamo . Ella, de una clase media-baja, mas baja que media, montada en un vetusto carro utilitario, inocentemente cae en la trampa y dice: “no, no tengo dinero efectivo”, “ pero seguro usted puede conseguir algo, en lo que yo voy al banco”, dice el bandolero... “Bueno, lo único que tengo es esta tarjeta de mi hija, pero no sé cuanto puede tener” responde inocente ésta,  “Ah, pues vamos primero al banco suyo y luego al mío”

 Se montan los tres en el viejo carro de la señora y se dirigen, no a una sucursal conocida, sino a una sugerida por el "ingeniero". Entran al banco, muestran la tarjeta al cajero, y éste le dice que tiene disponibilidad para retirar  en efectivo la suma de RD$19,400.00, “Pues retire RD$19,000.00 y deje los 400” dice el estafador. Así lo hicieron, esperaron la aprobación y al salir entregan el dinero al abuelito, que todo ese tiempo había estado esperando en el carro de la dama; éste a su vez hace entrega del “lingote”, y después de recorrer unas 2 ó 3 cuadras, solicita que lo dejen desmontarse; no sin antes pedirle a la víctima, en una actitud de perversidad y burla infinitas, que le entregara también sus aretes, pues “el dinero que me ha entregado es muy poco”

Dos cuadras mas adelante, el “ bandido” que se hacía pasar por ingeniero, hace que la dama detenga el vehículo en las inmediaciones de un banco, con el pretexto de ir al mismo, a sacar el dinero para devolverle a ésta el préstamo, y aún lo está esperando.

Al cumplirse dos horas de infructuosa espera, ella decide regresar a su casa, ya consciente del engaño, del espectáculo y aparataje que le habían montado. No tiene más alternativa que  reponer el dinero en la tarjeta de su hija, haciendo uso de la totalidad de los ahorros que posee: RD$15,000.00  y un préstamo completivo que le facilitó una compasiva vecina.

Al día de hoy la Dama aún conserva el “lingote”, y estoy segura que en el fondo de su inocente ser, debe tener esperanzas de que éste tenga algo de valor, para no perder su fé en la humanidad.....

Lo que ella desconoce, es que los valores humanos se han perdido, ya no pensamos en los demás ni por un segundo, solo pensamos en nuestro propio beneficio, no importa quien caiga.

Que conste que no estoy haciendo mención al maltrato de la naturaleza o de animales indefensos, sino de otro ser humano.............. que pudo ser tu madre o la mía.

Ahora solo nos queda protegerlos (a nuestros padres) pues la edad los va volviendo ingenuos, frágiles, vulnerables.

Que Dios nos bendiga a todos, y nos inunde con todo el amor de que sea capaz, para que algo, aunque sea una chispa nos toque, y podamos convertirla en una fuente de luz y amor para todos.....................